Las Azores son sinónimo de relax, turismo sostenible y wellness. Quizá uno de los mejores ejemplos es el jardín botánico de Terra Nostra Garden, en la isla de São Miguel.
Situado en el valle de Furnas, en el interior de la preciosa isla de São Miguel, el jardín botánico se ha convertido en uno de los lugares más visitados de las Azores. Desde lo alto del mirador Pico do Ferro, se puede ver que el «valle» es en realidad un cráter de siete kilómetros de diámetro, en cuyo interior está el pueblo de Furnas.
El Jardín Terra Nostra se halla en el corazón del pueblo, formado por un extenso área de bosques, estanques, jardines de flores exóticas y árboles autóctonos, edificios históricos, y un espacio termal de aguas calientes ferruginosas.
HISTORIA DEL JARDÍN BOTÁNICO
Desde hace más de doscientos años, el jardín botánico de Terra Nostre, abre sus puertas para mostrar su vergel donde la naturaleza estalla como si de fuegos artificiales se tratase. El valle de Furnas se hizo popular a fines del siglo XVIII, debido al creciente interés en el uso de agua mineral para tratar problemas de salud como el reumatismo y la obesidad. En Furnas brotan cientos de pequeños manantiales y arroyos, cada uno con diferentes propiedades en función de la composición química de los minerales.
En 1775, Thomas Hickling, un rico comerciante de Boston, vivía en São Miguel en calidad de cónsul honorario estadounidense. Construyó una sencilla casa de verano de madera, a la que llamó Yankee Hall. Frente a la casa, añadió una piscina con una isla en el centro, rodeando el perímetro con árboles traídos principalmente de América del Norte. Uno de esos especímenes de roble inglés plantado por Hickling todavía se puede ver allí.
Más adelante, en 1848, la propiedad fue comprada por el Visconde da Praia, quien construyó una nueva casa donde estaba el Yankee Hall. La vizcondesa era una apasionada de la jardinería y el paisajismo, y junto a su marido, ampliaron las dos hectáreas originales de la propiedad. Proyectaron jardines con estanques, arboledas sombreadas y parterres de flores. Su hijo, el marqués de la Praia e Monforte erigió un monumento en recuerdo del amor de sus padres por la finca en 1896.
Durante el último cuarto de siglo, el marqués de Praia realizó mejoras adicionales y la documentación muestra que trajeron a un jardinero británico, llamado Milton para embellecer el recinto. Se construyeron jardines acuáticos, que incluyen un canal serpenteante, grutas y la avenida jalonada de palmeras (Arcontophoenix cunninganmiana), que conduce al Memorial de las Vizcondes, y que está rodeado por ocho (Phoenix canarienis) palmeras canarias.
Muchas especies nuevas fueron importadas de Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, China y Sudáfrica; algunos de estos todavía viven.
La segunda mitad del siglo XIX significó el apogeo de los jardines botánicos en las Azores. Entre los muchos jardineros destacados de la época destacan António Borges, José do Canto y José Jácome Correia, quienes competían entre sí para lograr los jardines más bellos y las mejores colecciones de especies exóticas. José do Canto intuía que las Azores podían convertirse en un referente en el cultivo y cuidado de especies, desarrollando un centro de aclimatación de plantas a través de una colección de varios miles de especies de árboles y otras plantas, incluyendo flores como las orquídeas.
El comienzo del siglo XX estuvo marcado por la visita real a la visita en 1901 al parque del rey Carlos I de Portugal y su esposa doña Amélia, invitados por el marqués de Praia e Monforte. Sin embargo al empezar 1920, el jardín de Terra Nostra estaba descuidado, exigiendo una gran demanda de atención. En 1935, el Hotel, ubicado en un terreno adyacente al jardín, se abrió al público. Y unos años más tarde, toda la propiedad fue adquirida por la Compañía Terra Nostra, administrada por Vasco Bensaude. Para hacer florecer de nuevo el parque, contrató al escocés John McInroy, quien vino a supervisar la restauración de la Terra Nostra. En esos tiempos el tamaño del área del jardín aumentó hasta las 12’5 hectáreas actuales.
La Casa do Parque fue completamente renovada, la piscina, ahora llena de agua de manantial, ganó superficie. Se restauraron el canal y los lagos, y muchos caminos se embellecieron con flores. En la década de 1930, Furnas ya estaba ganando una reputación como balneario y se construyó un casino para entretener a los huéspedes del hotel y la sociedad local. El final de la década y el estallido de la Segunda Guerra Mundial supusieron sin embargo una fuerte disminución en el número de visitantes.
El hotel conservó su elegancia original y Terra Nostra se mantuvo cuidadosamente. Las Azores eran poco conocidas por el mundo exterior, y los únicos visitantes a Furnas eran viajeros curiosos. Con la llegada de la década de 1970, el encanto de las Azores y sus lujosos paisajes comenzaron a descubrirse gradualmente. En 1989, se agregó una nueva ala al Hotel Terra Nostra, y Filipe Bensaude, hijo de Vasco Bensaude, decidió renovar el jardín. La renovación fue encomendada al horticultor David Sayers quien, junto con el arboricultor Richard Green, procedió a renovar el jardín, proyectando su desarrollo hacia el futuro. El trabajo se completó en el invierno de 1992-93, y se plantó una nueva generación de más de 3.000 especies de árboles y arbustos para garantizar que el Jardín Terra Nostra siga siendo una atracción exuberante y única durante muchos años.
Actualmente Terra Nostra está considerado uno de los jardines botánicos más prestigiosos de Europa, reconocido por la International Camellia Society como Jardín de Excelencia de Camellia.
VISITA JARDÍN BOTÁNICO – QUÉ VER
El jardín botánico es una maravilla natural, con más de 2000 árboles y plantas, entre las que encontramos ejemplares de cedro azul llorón del Atlas, castaños, palmeras, arces, camelias, nenúfares, araucarias, Ginkgo biloba, hortensias, azaleas, rodoendros, o especies de las Azores como la laurus azorica, myrica faya, erica azorica, frangula azorica, juniperus brevifolia, picconia azorica y vaccinium cylindraceum.
La entrada a Terra Nostra ofrece la posibilidad de sumergirse en las piscinas termales de São Miguel. El agua rica en minerales tiene una temperatura entre 35 y 40 grados centígrados. Tenga en cuenta que el agua turbia y marrón podría dejar su marca en su traje de baño.
Dependiendo de la época del año, se sugieren rutas acordes a la floración estacional, lo que permite disfrutar de diferentes escenarios. Disfrutaremos de avenidas arboladas, encantadores y románticos rincones como las grutas, paseos junto a los estanques, formas de arte topiario recortadas con esmero, y muchas sorpresas para los que amen la naturaleza y la botánica.
INFORMACIÓN TERRA NOSTRA GARDEN
Horario
Los horarios de apertura son de lunes a domingo de mayo a octubre 10:00 a 19:00 , y de noviembre a abril de 9:00 a 17:00.
Precios
Gratis para menores de 2 años
50% de descuento para niños de 3 a 10 años: 4,00 €
Adultos: 8,00 €
ALOJAMIENTO EN TERRA NOSTRA GARDEN HOTEL
El Art Deco Terra Nostra Garden Hotel, ubicado dentro del parque, es un lugar lujoso para alojarse o disfrutar de una comida en su elegante restaurante. Pruebe el plato local cozido das furnas, un estofado de carne y verduras cocinado a fuego lento.
El hotel ha sido premiado en diferentes ocasiones en la categoría de Hotel Boutique con el World Travel Awards o los World Luxury Hotel Awards. Hay 86 habitaciones, dos de ellas suites y es uno de los mejores hoteles de las Azores, con servicios de spa, masajes, tratamientos faciales y corporales, gimnasio, sauna, baño turco y circuito termal.
Hotel Terra Nostra – Furnas
CÓMO LLEGAR AL TERRA NOSTRA GARDEN – DÓNDE ESTÁ
Dirección
Rua Padre José Jacinto Botelho 5
9675-061 Furnas – Isla de São Miguel.